Siempre nos ha gustado llevar una bonita y flamante bicicleta. Vamos a la tienda a recogerla con esos pequeños nervios de tenerla delante y salir disparado montado sobre ella o bien la compramos online y esperamos impaciente al mensajero que llame a la puerta y que traiga esa gran caja nuestra «pequeña» en ella.
Ahí la tenemos ya, impoluta, radiante y sin una mota de polvo pero… ¿qué pasa después? Como todos bien sabemos, si algo no lo mantienes, se echa a perder… amistades, novio/a, trabajo u objetos entre otras cosas. Centrándonos en la bicicleta y sus componentes, si no llevamos ciertas pautas de mantenimiento, van a suceder dos cosas, que le vamos a acortar su vida útil y que a la larga, las reparaciones van a ser más costosas. Muchas veces todo esto ocurre porque no sabemos que debemos realizar este tipo de mantenimiento, así que os vamos a indicar algunos puntos que se deben de tener en cuenta.
Limpieza de la bicicleta
Lo primero y primordial es el lavado de la bicicleta, pero ojo, a muchos les parece fácil y cómodo realizarlo en las cabinas de limpieza de las gasolineras. Si ésa bici tuviera boca, ¡estaría gritando de dolor! El agua a presión es muy mala tanto para la horquilla, como para los puntos de giro, como pueden ser la dirección, los bujes o los ejes, ya que la presión puede dañas los rodamientos.
Lo ideal es un trapo húmedo y un paño seco, y si es estrictamente necesario, podríamos usar una manguera sin que tenga mucha presión. Desengrasaríamos elementos tales como la cadena, limpiaríamos todos los restos de suciedad que se quedan entre los eslabones o esas grandes olvidadas, las roldanas, sobre todo por su cara interna que no vemos (que no se vea no quiere decir que no exista), eliminaríamos posteriormente ese desengrasante, secaríamos muy bien todos los elementos y acto seguido engrasaríamos de nuevo aquellos componentes que fueran necesarios (cadena, articulaciones del cambio o desviador, roldanas, puntos de giro de los pedales…). Ojo, no embadurnemos la cadena, ¡no es necesario!. Sería ideal que, una vez haya penetrado ese aceite en los puntos en los que se le haya aplicado, eliminemos el sobrante con un trapo para que no acumule suciedad y polvo.
Repaso de la tornillería
Algo que también es recomendable cada cierto tiempo es que se haga un repaso a toda la tornillería, ya que con el tiempo, tienden a aflojarse, con lo que un pequeño apriete no vendrá nada mal, sobre todo también por nuestra integridad física. No hay que dejarse la vida en ello, ya que cada tornillo tiene un par de apriete que generalmente viene indicado en Newton (Nm).
Lo suyo es usar una llave dinamométrica, pero puesto que no todo el mundo tiene, podemos apretar el tornillo si notamos que está muy flojo hasta un punto en el que notemos que está firme pero no excesivamente apretado.
Chequear la cadena
Cada 1500-2000 kms deberíamos chequear la elongación de la cadena puesto que con el paso de los kilómetros tiende a estirarse. Si no se cambia a tiempo, puede provocar que tanto los dientes de los piñones como de los platos se vayan adaptando a éso, y cuando se ponga una cadena nueva, dichos dientes no encajen correctamente, lo que significa que hay que cambiar la transmisión entera, idea que no suele ser del agrado de nuestras carteras.
Existe una herramienta que mide mencionada elongación, tiene dos medidas, si no entra la que indica el 0.75, podemos estar tranquilos, podemos hacer más kms con esa cadena con total tranquilidad, si entra el 0´75 pero aún no lo hace el 1, es hora de cambiar la cadena, y si ya entra la del 1, lo siento, pero toca cambiar transmisión (cadena, cassette y platos).
Mantenimiento de la horquilla
Otro elemento a tener en cuenta es el mantenimiento de la horquilla, en este caso es recomendable cambiar cada año o cada 125 horas de uso (lo que antes suceda) el aceite y los retenes, ya que si no, puede causar grandes daños en las barras y la reparación de dicha avería es bastantes costosa.
Discos de freno
Respecto al cuidado de los discos de freno, hay que extremar la precaución sobre todo para que no le caiga aceite en los mismos. ¿Os ha sucedido alguna vez que cuando frenáis, suenan horriblemente? En algunas ocasiones puede ser algo que se soluciona pronto, se dá tanto cuando pastillas como disco son nuevos, en unas cuantas frenadas en principio debería de irse, pero hay otras veces que no es así, incluso perdemos potencia en la frenada.
Ésto es debido a que hemos tocado el disco con las manos manchadas con algo de aceite o que le haya podido salpicar, ya sea de cuando hemos engrasado la cadena, o algún charco de agua del suelo que contenía algo de aceite, lo que ha provocado que se hayan contaminado las pastillas. Generalmente la solución es cambiarlas por unas nuevas además de tener que limpiar con productos específicos el disco.
Mantenimiento avanzado
Existen otro tipo de mantenimiento que suele ser un poco más complicado y que requiere de herramientas algo más complejas en algunos casos. Por ejemplo el engrase de los rodamientos, limpieza de eje de pedalier, bujes o dirección entre otros. Lo suyo es realizarlo periódicamente, dependiendo del uso y de las condiciones climatológicas en las que suelas a disfrutar de tu bicicleta.
Recordad, más vale prevenir que curar. Y vosotros, ¿cómo mantenéis vuestra bicicleta?
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